¿Qué es la Osteopatía?

La osteopatía o medicina osteopatica es una práctica paramédica desarrollada por Andrew Taylor Still y basada en la teoría de que muchas enfermedades son debidas a una pérdida de la integridad estructural. No está reconocida en algunas jurisdicciones, ni por la ciencia médica oficial.

La Osteopatía se basa en la creencia de que todos los sistemas del cuerpo trabajan conjuntamente, están relacionados, y por tanto los trastornos en un sistema pueden afectar el funcionamiento de los otros.[1] . Es por tanto una práctica de tipo holístico. El tratamiento, que se denomina manipulación osteopática, consiste en un sistema de técnicas prácticas orientadas a aliviar el dolor, restaurar funciones y promover la salud y el bienestar. Utiliza un amplio abanico de técnicas (impulsos de alta velocidad y corta amplitud, tecnicas funcionales, inhibiciones...) para devolver la armonía y el equilibrio que causan enfermedades e inhiben la recuperación.

Según sus principios, por medio de la manipulación del sistema músculo-esqueletico, se pueden curar las afecciones[2] de órganos vitales o enfermedades ya que esta manipulación ayudaría a revitalizar el riego sanguíneo o devolver el grado de movilidad normal a la artículación dañada y por tanto a la curación del paciente.

La osteopatía sostiene que el cuerpo sufre subluxaciones, es decir, pequeños desplazamientos en las vértebras de la columna que aprisionarían los nervios cuyo efecto sería el deterioro los tejidos del cuerpo y de los órganos, además de generar una mala conexión entre el cerebro y la columna vertebral[3] causando dolores y enfermedades.



Las bases argumentales de la osteopatía muy pronto se revelaron antagónicas de las de la medicina ortodoxa occidental de su época, medicina que desde un principio cuestionó seriamente los planteamientos de Still.

La osteopatía descansa fundamentalmente en los siguientes principios:

  • La estructura gobierna la función: Axioma básico y el más célebre de la osteopatía, viene a significar que toda alteración funcional viene determinada por una alteración estructural. La estructura no sólo es importante, sino que es la clave del tratamiento. Por lo tanto, corrigiendo ésta podremos solucionar la disfunción orgánica.
  • La ley de la arteria: todo desarreglo orgánico y visceral proviene de una mala irrigación sanguínea. En este sentido, proporcionar una buena nutrición al órgano es fundamental para restaurar su fución.
  • La ley del nervio: de la misma manera, los desarreglos viscerales y orgánicos pueden tener su origen en una interrupción del flujo nervioso debido a una restricción vertebral. Para ello, Still defiende que se puede reestablecer la función normal por medio de la manipulación vertebral.
  • La ley del todo: consecuentemente, todos los sistemas del cuerpo dejarían de estar aislados, y su función ya no debería ser estudiada de manera analítica. En vez de ello, estarían interconectados y serían interdependientes.
  • La ley de autocuración del cuerpo: el cuerpo dispone de todos los mecanismos necesarios para la autocuración, sólo hay que ayudarle a restablecer la función normal.