La Reflexología

La reflexología es un tratamiento holístico con siglos de antigüedad, y a lo que aspira el reflexólogo es a tratar la totalidad de la persona (su cuerpo, mente y espíritu) para inducir en ella un estado de relajación, equilibrio y armonía que favorecerá la capacidad natural del cuerpo para curarse a sí mismo. La reflexología es beneficiosa para los jóvenes y los viejos, para los hombres y las mujeres, y cada vez existe mayor interés por esta forma de sanación natural. Muchos pacientes recurren a la reflexología cuando ha fracasado todo lo demás.

Historia de la reflexología
La reflexología moderna tiene menos de cien años de antigüedad, pero muchas culturas han practicado desde hace siglos el fomento de la sanación por medio de los pies y las manos, que ya conocían los antiguos egipcios. Desde su desarrollo en los Estados Unidos, en el siglo XX a partir de la "teoría de la terpia de zonas", la reflexología ha tenido siempre un carácter holístico, tratando al individuo como algo más que un conjunto de síntomas y considerando que el bienestar es mucho más que una ausencia de enfermedad.

Existen datos que indican que la reflexología se practicaba en épocas remotas, en muchas culturas de todo el mundo. Aunque no es posible establecer qué relación tenía la reflexología tal com la entendían los egipcios hace 4.000 años con la práctica que conocemos actualmente, está demostrado que los antiguios egipcios aplicaban muchas y divesas técnicas de sanación.


¿A quién puede beneficiar la reflexología?
La reflexología puede beneficiar a prácticamente todo el mundo, desde los niños muy pequeños hasta las personas muy ancianas. Es importante enternder que la reflexología no solo sirve para ayudas a las personas enfermas a ponerse bien, sino que aspira a conservar la salud y a mantener el cuerpo en el mejor estado posible.


¿Cómo funciona la reflexología?
Cada una de las partes y funciones del cuerpo está representada por su punto reflejo correspondiente en las áreas distales del cuerpo, muy especialmente en los pies, donde se contienen racimos de terminaciones nerviosas ultrasensibles. Estimulando estos puntos, el reflexólogo preparado puede liberar tensiones, despejar bloqueos y ayudar al cuerpo a curar muchos trastornos. Para el aprendizaje de las técnicas de reflexología es fundamentar enternder el modo en que los pies son un "mapa" de todo el cuerpo.

Cada una de las partes del cuerpo y cada una de las funciones corporales tiene su correspondiente punto reflejo relativo en el pie. Gracias a ello, los pies pueden presentar un cuadro preciso de la salud del paciente. Si un área del cuerpo subre inflamación, tensión o congestión, los puntos reflejos correspondientes de los pies estarán sensibles cuando se les aplique presión.


(Texto extraidos del libro "Manual completo de Reflexología, de Ann Gillanders, Ed. EDAF")


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