Tortícolis

Dr. Adolf Cassan
Se conoce como tortícolis un trastorno caracterizadopor la torsión o inclinación forzada de la cabeza y el cuello, por lo general dolorosa, que se produce debido a un espasmo de los músculos de la zona que limita sus movimientos. El trastorno puede ser congénito, es decir,presente desde el nacimiento, pero lo más habitual esque sea adquirido y se desencadene en cualquier momento de la vida. Y si bien suele tratarse de una afección temporal y pasajera, en ocasiones constituye un trastorno de larga duración o permanente.
El origen del tortícolis puede ser muy variado, aunque, en última instancia, corresponde a una contracción involuntaria y persistente de alguno de los músculos que controlan los movimientos del cuello.

Habitualmente, la causa es un espasmo de uno de los dos músculos esternocleidomastoideos, situados en la zona lateral del cuello, cuya función es la inclinación y la rotación lateral de la cabeza. Si uno de estos dos músculos está anormalmente contraído, la cabeza quedará inclinada o girada en mayor o menor grado hacia un lado, de tal modo que la persona afectada, por decirlo de algún modo, quedará mirando hacia el lado opuesto. Y le resultará prácticamente imposible modificar esa posición, porque el músculo está contracturado, o bien, en todo caso, porque al pretender mover la cabeza y adoptar una postura normal se despertará un dolor tan intenso que obligará a desistir del intento.

Las causas de la contractura muscular responsable del trastorno son diversas, ya que puede deberse a una alteración de los propios músculos, de los ligamentos,de las articulaciones del cuello o de los huesos de la columna vertebral de la zona, o bien a un problema neurológico o, inclusive, aunque es lo menos frecuente, a una cuestión de naturaleza psicológica o psiquiátrica. Lo más habitual es que la causa corresponda a una irritación de los nervios que controlan los músculos del cuello o a una inflamación de los propios músculos provocada por motivos muy variados: desde la exposición de la zona del cuello al frío o a corrientes de aire, hasta la adopción de posturas forzadas de la cabeza durante el sueño, o bien a traumatismos en la zona o a la ejecución de algún movimiento brusco. En todo caso,cuando el origen es de esta índole, el trastorno suele ser pasajero y la movilidad de la zona por lo común se recupera al cabo de unos cinco o siete días.

Para aliviar las molestias, es fundamental mantenerla zona en reposo y evitar los intentos de forzar los movimientos, ya que con ello se podría agravar la irritación o la inflamación muscular; en este sentido, es conveniente usar una almohada blanda para dormir, de modo que no se adopten posturas perjudiciales de la cabeza durante el sueño. Además, es útil la aplicación de calor local, que tiende a relajar la musculatura contraída, e inclusive son de ayuda los baños con agua tibia con el mismo fin; si el trastorno se padece en una época de tiempo frío, conviene abrigar el cuello cuando se sale a la calle. También resultan beneficiosos los masajes suaves sobre el músculo afectado, que pueden complementarse con la aplicación local de analgésicos; pero hay que ser muy cuidadosos en lo que a los masajes serefiere, ya que si se practican bruscamente pueden llegar a incrementar el espasmo muscular. Otras técnicas de fisioterapia y la aplicación de ultrasonidos pueden proporcionar también un beneficio. Asimismo puede ser de utilidad la administración de medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, así como, en especial, de relajantes musculares. Sin embargo, en ocasiones el tortícolis tiene como base no ya una alteración de los músculos cervicales o una irritación de los nervios que los controlan sino un trastorno articular u óseo, es decir, alguna alteración de la columna vertebral de la zona cervical. En estos casos, la contractura de la musculatura es simplemente una consecuencia del problema osteoarticular, como puede ser, por ejemplo, una artrosis o una hernia de disco que provoque la irritación mecánica de los nervios que controlan los músculos del cuello. En tal caso, las medidas de tratamiento indicadas anteriormente para aliviar el espasmo muscular, aunque siempre beneficiosas, pueden ser insuficientes. En ocasiones las molestias musculares sealivian tras unos días, pero al cabo de un tiempo reaparecen, o bien se mantienen de forma prolongada o indefinida. Obviamente, en semejante situación es preciso proceder al diagnóstico oportuno de la causa y efectuar el tratamiento correspondiente, mediante ejercicios, masajes, inmovilización de la zona con un collarín, aplicaciónde tracciones u otros procedimientos ortopédicos.Cabe destacar que, en ocasiones, cuando el tortícolis es intenso y persistente, se debe a trastornos más serios y resulta más complejo de resolver. Es el caso del tortícolis congénito, presente desde el nacimiento, debido a alteraciones del desarrollo neuromuscular o esquelético de la zona, cuyo tratamiento puede requerir procedimientos ortopédicos más o menos prolongados o inclusive una intervención quirúrgica. O también el caso de tortícolis debido a infecciones de los elementos osteomusculares de la zona, a tumores óseos o a compresiones de las raíces nerviosas que inervan los músculos del cuello, que también pueden requerir intervenciones quirúrgicas. Si bien no es lo más habitual, nunca hay que subestimar el tortícolis recurrente o persistente: conviene realizar el diagnóstico preciso de su origen mediante las pruebas que sean más pertinentes en cada caso.

Hay un tipo especial del trastorno, conocido como tortícolis espasmódico, debido a una contracción muscular persistente que se produce como consecuencia de factores neurológicos poco conocidos, que no pueden determinarse mediante el estudio correspondiente, o bien como consecuencia de una alteración psiquiátrica. En este caso, la evolución de la alteraciónes imprevisible, ya que tanto puede desaparecer al cabo de unos días como presentarse de manera intermitente o mantenerse de manera indefinida. Si se descubreun trastorno psiquiátrico de fondo, la alteración sólo podrá controlarse con el tratamiento de la afección causal. En el resto de los casos, sólo será posible adoptarlas medidas sintomáticas tendentes a aliviar la retracción muscular espasmódica y actuar según la evolución de cada caso.

En definitiva, ante un caso de tortícolis, en principio no hay que alarmarse, ya que lo más probable es que se trate de una afección benigna y pasajera que se aliviará con medidas simples y pasará en unos pocos días. Pero si el trastorno es muy intenso, si se repite con cierta frecuencia o si tiene un carácter persistente, es preciso realizar un estudio minucioso para identificar la causa, que a veces puede solucionarse con un tratamiento más o menos simple y evitar así las graves molestias que produce, pero que, en otras ocasiones, tiene como base una alteración seria de la cual el tortícolis es solamente una manifestación y que requiere un tratamiento oportuno para evitar otras complicaciones más graves.


Reportaje extraido de la revista Compartir