Una contractura para la sanidad española
(Artículo de El Mundo, Domingo 16 de mayo de 2010)


La falta de regulación en lo vinculado a la fisioterapia enfrenta a escuelas del ramo

Guillermo Santa-Olalla / Madrid

Tratar un hueso del pie para aliviar un dolor en el cuello. Parece magia pero es real, y ahí radica el éxito de la osteopatía: en considerar al cuerpo humano como un todo. al detectar un malestar en una persona se busca la alteración del organismo que lo ha originado y que, la mayoría de las veces, no coincide con la zona dolorida. Se distingue así entre la causa (la alteración) y la consecuencia (el dolor).

Luego, mediante un proceso de terapia manual, derivada de la fisioterapia, el osteópata rehabilita al paciente. Todo mediante la manipulación de los huesos y los músculos tratando los tejidos y articulaciones menos accesibles.

Su demanda social crece cada vez más -el número de consultas es 10 veces mayor ahora que en el 2002, según el Registro de Osteótapatas de España (ROE)-, pero se trata de una actividad no reconocidad por la Ley de Ordenación de Profesionaes Sanitarias (LOPS). Ordenamiento que sí recoge, por ejermplo, a su hermana menor: la fisioteapia. La ausencia de regulación ha causado un enfrentamiento entre las distintas escuelas que imparten las terapias osteopáticas, una guerra abierta que depende de la Administración para poder cerrarse.


(Foto no perteneciente al artículo. Extraída de Craneo-sacral)

"Queremos que se haga un master que profesionalice la osteopatía para que se ejerza en toda su extensión pero con un título sanitario oficial". José Luis Aristín, de la Comisión de Intrusismo que trabaja para los cologios de fisioterapeutas de España, expresa así el clamor del gremio.

Las diferencias entre los distintos curso que se imparten son evidentes. La Escuela Superior de Estudios Naturales (Esen), emplazada en Granada, acepta a alumnos sin cualificaicón universitaria para su curso de dos años en osteopatía. Sólo se exige un paso previo por las clases de quiropráctica que ofrece la propia escuela, especialidad no incluida entre las profesiones sanitarias.

El director de Esen, Daniel López Palomo, alega que muchos de los 15 alumnos que se forman en cada promoción se apuntar para "ccomplementar sus conocimientos" y que luego "no ejercen o no viven de esto".

Mientras, la Escuela de Osteopatía de Madrid, reconocida por el ROE, exige a sus estudiantes haber cursado fisioteapia en la universidad. Sus estudios se alargan hasta los cinco años con una tesis posterior que se presenta ante un tribunal europeo. Su coordinaror de estudios, Luis Palomeque, lamneta que, pese a tales desigualdades, "no se pueda denunciar porque no hay legislación al respecto".

Precisamente, Daniel López Palomo se defiende de las críticas hacia su escuela aduciendo que, al no estar regulada la profesión, cualquier academian privada puede enseñarla. Añade que, "fiscalmente sí está recogida" y "a la hora de ir a Hacienda eres más legal que ninguno".

Exite un desajuste entre Sanidad y Hacienda, ya que ésta última registra dentro de la fisioteapia a toda clase de actividades paralelas, desde la osteopatía hasta la quiropráctica. "Hacienda puede legitimar una actividad laboral, pero sólo tiene carácter recaudatorio", pues así consigue cobra un impuesto, advierte Aristín.

Fuentes del Ministerio de sanidad aseguran que no está planteada ninguna modificaicón de la LOPS, al menos a corto plazo. Tampoco prevén solucionar la discordancia que existe con Hacienda ya que evitan opinar "sobre lo que hacen otros ministerios en ámbitos que son de su estricta competencia".